En este noveno capítulo, Santa comparte una tarde llena de sonidos inesperados durante la gran prueba general de los regalos musicales del taller. Entre pianos, guitarras, juguetes cantantes y renos que tararean, el ambiente se convierte en una sinfonía tan caótica como divertida. Elfín llega con una flauta que parece tener vida propia, cambiando de nota cada vez que respira y, en el colmo de lo inexplicable, emitiendo un “muu” en pleno ensayo. Santa narra con humor cómo cada instrumento reacciona diferente en manos del duende, convirtiendo una simple revisión en un espectáculo sonoro digno de cualquier víspera navideña en el Polo Norte.
La segunda parte del episodio muestra cómo el taller termina convertido en un escenario improvisado cuando una batería automática se descontrola y empieza a rodar por los pasillos tocándose sola, obligando a Santa, los duendes y hasta un reno a emprender una persecución memorable. Las ocurrencias de Elfín, siempre convencido de estar realizando “pruebas extremas”, dan un tono irresistible al capítulo, que mezcla música, carcajadas y el encanto impredecible del taller más famoso del mundo. Un episodio vibrante que captura la esencia de la temporada: magia, humor y el sonido inconfundible de una Navidad que se prepara con cariño y mucha música.