Matilda González se autodenomina como “abogada fracasada con ganas de crear cine”, una línea en la cual ese “fracaso” adquiere una dimensión indómita y poderosa. Sus palabras nos relatan un camino de un ejercicio político marcado por el amor y la pasión, por la búsqueda de derechos y de una igualdad de poder. Sea como abogada, como becaria en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos trabajando en la relatoría de personas LGBTI, como activista en colectivos trans de base, como Secretaria de la Mujer y Equidad de Género de Manizales o como directora creativa de su marca @transamorousandpassionaries, Matilda traza una ruta que lleva a la creatividad como un núcleo de libertad y de liberación.