Abordar la historia de Dire Straits es un asunto complicado. ¿Cómo hay que manejarse para ello? ¿una descripción aséptica de los datos y fechas? ¿Una narración caliente y encendida de sus virtudes? ¿Una visión puramente musical? ¿entramos en detalles personales y humanos? ¿Una biografía seca? ¿Una crítica del mastodonte?...
La verdad es que de Dire Straits se ha dicho mucho, y de todas las maneras. Yo he recopilado una buena cantidad de información, y, por exceso, intentaré aprovecharme de ello para dar una visión general pero detallada de lo que significan, han sido, como lo han sido y por qué. Procuraré abarcar mucho, dar luz a todas sus cositas y tener miras amplias, pero también concretar el detalle más insignificante sobre el que tenga noticia. Abarcar y apretar. ¡Soy capaz de ello, que leches!...
Dire Straits es la banda de Mark Knopfler (su compositor único, arreglista, guitarrista, y también cantante). Una creación personal suya; todo en los Dire Straits se nutre del genio creador de Mark Knopfler. Evidentemente se ha rodeado de gente que le ha influido y ayudado a tomar decisiones, pero los Dire Straits son obra suya; de él es lo bueno y lo malo. Como todo gira sobre Knopfler, mi narración también lo hará.
Antes de todo (Agosto de 1949)
Mark Knopfler nació el 12 de Agosto de 1949. Los detalles de su biografía anteriores a Dire Straits, los extraigo de una entrevista que le hicieron Ken Tucker y David Frike, para la revista Time, publicada en el último número de Noviembre de 1985. Nació en Glasgow, y su padre era un arquitecto judío de tendencias comunistas, llamado Earwin Knopfler. Su madre se llamaba Louisa Mary Laidler. Como llamaron a su retoño Mark Freuder, concluiremos que el nombre completo de nuestro genio es Mark Freuder Knopfler Laidler. Pero como en el reino unido no existe el segundo apellido, la cosa se queda en un escueto Mark Freuder Knopfler. A los ocho años se aficiona a la música, al escuchar a su tío Kingsley tocar boggie-boggie con el piano, y quedar impresionado. Tanto que dice que es una de las cosas más maravillosas que a oído en su vida. A su tierna edad, ya le llamaba la atención la estremecedora claridad del sonido boggie, con esas tres notas simples. Su padre intenta que aprenda a tocar el piano y el violín. Con la complicidad de su tío, la simplicidad del boggie-boggie le empuja a intentarlo, y se sienta al piano.
A los 9 años se trasladó con su familia a Newcastle, al norte de Inglaterra. A los 13 años lo intenta con el violín, y según parece consigue extraerle algunos buenos sonidos, pero no leía música. A esa edad de 13 años, ya acostumbraba a coleccionar fotos de grupos musicales, y sobre todo de guitarristas. Ya luchaba entonces con su padre para que le comprara una imitación de la mítica Fender Stratocaster. A los 15 años lo consiguió. Desde ése momento, Knopfler sueña con tener una banda. En el colegio se reunía con algunos amigos, y tocaban en casa de alguno de ellos. De aquella realizó su bautismo de escenario tocando en un par de fiestas y bailes escolares. También en esa edad grabó por primera vez. En un estudio de Londres, grabó un tema propio llamado Summer's Coming My Way. Por supuesto, nunca se editó (Jurl, quien sabe; alguien lo tendrá... en algún lado estará...)
Una vez relatados estos primeros escarceos musicales de la adolescencia, se supone (ya que no lo sé) que el proverbial perfeccionismo de Knopfler le hace aprender a tocar la guitarra de forma extraordinaria, practicando horas y horas. Se traslada a Leeds, en cuya universidad estudia literatura inglesa, y obtiene un título. (Según comentó posteriormente, en un momento de su vida ése título le permitió comer caliente cada día). Su familia no era millonaria, así que Knopfler tenía que mantenerse vivo en Leeds y pagarse los estudios, con lo que en su época universitaria estaba obligado a trabajar en oficios horriblemente pagados: incluso trabajó cargando cajas en unos almacenes.
Su precaria situación universitaria
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