La estigmatización de ciertos animales, como los gatos negros, los gallos negros, las cabras y los murciélagos, se origina en una combinación de supersticiones culturales, prejuicios históricos y la falta de comprensión sobre su comportamiento y ecología. Esta discriminación no solo es injusta, sino que tiene consecuencias negativas tanto para los animales como para la sociedad.
El especismo se refiere a la discriminación basada en la especie y es una forma común de prejuicio que afecta a muchos animales. Este fenómeno se manifiesta en la forma en que ciertas especies son valoradas más que otras, lo que puede llevar a un trato injusto hacia animales como las cabras o los murciélagos3. La percepción negativa hacia estos animales a menudo se basa en malentendidos sobre su comportamiento natural y su rol en el ecosistema.