La valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de
enfrentarlo con determinación. Es una virtud que nos impulsa a salir de nuestra zona de confort, a tomar decisiones difíciles y a defender lo que creemos justo, incluso cuando las circunstancias son adversas.
Es simplemente tener la fortaleza de admitir un error, expresar lo que sentimos o dar el primer paso hacia un sueño que parece inalcanzable.
La valentía nos invita a crecer, a aprender de los desafíos
y a descubrir de lo que realmente somos capaces, recordando siempre que, incluso los pequeños actos de coraje pueden transformar nuestra vida y la de quienes nos rodean.