A unos 3000 años luz de la tierra , en la constelación de Corona Borealis, se encuentra lo que desde nuestro punto de vista es una humilde estrella invisible a ojo desnudo. Ese puntito es en realidad un sistema binario que interactúa intercambiando materia y liberando grandes cantidades de energía en un ciclo de unos 80 años. Es lo que conocemos como nova recurrente y pertenece al selecto grupo de objetos de ese tipo que presenta estallidos con una cadencia suficientemente alta como para que varias generaciones de astrónomos hayan podido observar su recurrencia.
Parece ser que estamos a las puertas de poder disfrutar de unos de esos picos de brillo y por eso contamos con tres invitados con los que hablamos un rato sobre su naturaleza, su observación y los retos que va a plantear su estudio fotométrico.