En este episodio continuamos en el Libro de Jueces, y vemos que el pueblo de Israel, se entregó muy pronto a la idolatría y a las pasiones desordenadas que practicaban los pueblos paganos que habían quedado, porque se dejaron cautivar por sus fiestas y celebraciones a dioses ajenos que tenían , y no tomaron en cuenta a los mandamientos que JEHOVÁ les ratificó por medio de Josué, porque su corazón se alejó de la fidelidad espiritual y se les hizo fácil dejarse llevar por los placeres temporales y adoraciones falsas, al grado que fueron tomados como esclavos en muchas ocasiones por cuanto pensaron que podían vivir a su manera y solo buscar a JEHOVÁ, para que les diera la leche y la miel, es triste ver como muchas veces los seres humanos nos envolvemos en los placeres y deleites temporales del pecado, pensando que al SEÑOR, le podemos entregar la adoración hipócrita cuando nos dé la gana, sin embargo el SEÑOR es paciente esperando que recapacitemos, y nos volvamos de las tinieblas a su luz admirable.
JUECES CAPITULO 2: 1-23