La verdad es que muchas personas basan su idea de Dios en lo que otros dicen, en tradiciones, o incluso en experiencias personales, sin haber buscado quién es Dios realmente en la Biblia.
Muchas veces, nuestra imagen de Dios proviene de:
Lo que nos dijeron nuestros padres o familiares.
Lo que aprendimos en la iglesia sin cuestionarlo.
Nuestras experiencias personales, buenas o malas.