< Filipenses 2

Listen to this chapter • 3 min
[1] Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,
[2] completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
[3] Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
[4] no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
[5] Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
[6] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
[7] sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
[8] y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
[9] Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
[10] para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
[11] y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
[12] Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
[13] porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
[14] Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
[15] para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
[16] asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
[17] Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.
[18] Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.
[19] Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado;
[20] pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.
[21] Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
[22] Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio.
[23] Así que a este espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos;
[24] y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.
[25] Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;
[26] porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.
[27] Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.
[28] Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.
[29] Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él;
[30] porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí.